dimarts, 4 de juny del 2013

Corpus Christi '2013

Corpus Christi ' 2013










"En aquells dies, Melquisedec, rei de Salem,
         portà pa i vi." (Gn 14,18)





"Oracle del Senyor el meu Senyor:
- Seu a la meva dreta,
i espera que faci dels enemics
l'escambell dels teus peus." (...)
"Ets sacerdot per sempre
com ho fou Melquisedec." (Salm 109)





"Així, doncs, cada vegada
que mengeu aquest pa i beveu aquest calze
 anuncieu la mort del Senyor
      fins que torni." (1Co 11,26)








"Jesús els digué:
 -Doneu-los menjar vosaltres mateixos.
Ells respongueren:
 -Només tenim cinc pans i dos peixos; (...)
Tots en van menjar i quedaren saciats. (Lc 9, 11-17)
 
 
 

PADRENUESTRO DE LOS ÚLTIMOS.

ORACIÓN REBELDE



Padre nuestro.... ¿Nuestro? Sí, nuestro.

Sobre todo nuestro:

del hambriento, del desnudo, del inmigrante;

del abandonado, del sin techo y del toxicómano;

de la prostituta, del que está en paro y del rechazado;

del enfermo, físico o mental,

del último de la fila, del niño utilizado,

del fracasado...

Que estás en el cielo... ¿En el cielo?

en el cielo o en la esquina del centro comercial,

en la patera o en el parque de las jeringuillas,

en la casa que se cae o en el INEM del barrio,

en la cama del hospital

o en la máquina tragaperras.

Santificado sea tu nombre... Eso, a ver si es verdad:

Tu nombre tantas veces manchado,

ultrajado, despreciado...

O, lo que es peor, olvidado...

Venga a nosotros tu Reino... Tu reino de amor

(pero amor del que tú sabes, amor del bueno,

no el amor adulterado

con el que nos bombardea a todas horas

la prensa rosa...)


Hagase tu voluntad en la tierra como en el cielo...

Pero que sea tu voluntad, no la de los políticos,

los telebasura” o los peces gordos

o (perdóname por esta vez) la de algunos

que se dicen ministros tuyos....

Danos hoy el pan de cada día...

El pan del respeto y de la comprensión,

el pan del trabajo digno

y de la igualdad de oportunidades...

Perdona nuestras ofensas...

(Si, nuestras debilidades y errores.)

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden (con sus críticas y menosprecios)...

No nos dejes caer en la tentación...

de “montarnos” la vida sin contar contigo....

Y líbranos del mal: la única lacra

que podía acabar con nosotros

sería el sabernos abandonados por ti.

Amén, que así sea, Señor.

José María Escudero, en MJ, 322





ORACIÓN DE ALABANZA

Pan y derechos”
 
 
 
 
 

El pan es un derecho, porque es vida,

el primero de todos los derechos.

Sin el pan ¿de qué sirven ideales,

declaraciones de principios bellos?

Sin el pan los discursos no alimentan.

El pan es vida y libertad, es gracia,

y está llamando al compartir fraterno.

El pan es para todos, dice Dios,

el pan no es mío, el pan no es tuyo, es NUESTRO.

Si no das pan, condenas al hermano,

matas, dejas morir, ¡son tantos muertos!



Pan de la tierra, vida del ser humano,

pan de los campos y del viento,

pan del sol y del agua, bendición del cielo.

Besa el pan que florece en tus manos,

parte el pan, como un sacramento.

Pan bendito, bendición continuada,

pan familiar y fraterno.



Pan de ángeles, maná generoso,

que se multiplica en tus dedos,

es pan de mil sabores exquisitos,

es un pan que sabe a cielo.

Es el pan y la palabra,

pan de justicia y de derechos,

pan de solidaridad y de empatía,

que se comparte por entero.

Se hacen pan los hermanos,

al partirse y compartirse.
 
 
 
¡Delicioso alimento!



Dios hecho pan, pan divino,

es Dios que viene a nuestro encuentro

pan dulce, en el cielo fermentado,

un pan fuerte y un pan tierno:

amasado en el seno de María,

pan entrañable, del corazón alimento,

cocido en el horno del Espíritu,

pan vivo y verdadero;

nacido en Belén, que significa “la casa del pan”,

ofrecido a los débiles y hambrientos.



Cristo, pan generoso, Pan Vivo.

Danos tu Pan, Señor nuestro.

Pan en todas las mesas del mundo,

pan en los corazones hambrientos.

Pan de fuerza y de sentido,

Pan de amor y de esperanzas.

Pan, de Dios, sacramento.







 
 
 
 "La enseñanza de Jesús tiene mucho que ver con la Comunión que vamos a hacer aquí, porque nos dice que vivamos unidos y que no permitamos que haya nadie a nuestro alrededor que pase necesidad, que no tenga lo necesario para vivir. Por eso hoy, además de todo lo que estamos celebrando, celebramos también el Día de Caritas, con un lema que dice: “Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”. Vive con sencillez y procura que todos aquellos con los que conviven también lo hagan, para que todos podamos ser un poquito más felices. Y para que entendáis esta reflexión, os voy a contar una fábula, que se llama “La sopa de piedra” y que dice así:
Cierto día, llegó a un pueblo un hombre y pidió por las casa para comer, pero la gente le decía que no tenían nada para darle. Al ver que no conseguía su objetivo, cambió de estrategia. Llamó a la casa de una mujer para que le diese algo de comer. “Buenas tardes, Señora. ¿Me da algo para comer, por favor?”. “Lo siento, pero en este momento no tengo nada en casa”, dijo ella. “No se preocupe, dijo amablemente el extraño, tengo una piedra en mi mochila con la que podría hacer una sopa. Si usted me permitiera ponerla en una olla de agua hirviendo, yo haría la mejor sopa del mundo”. “¿Con una piedra va a hacer usted una sopa? ¡Me está tomando el pelo!”. “En absoluto, Señora, se lo prometo. Deme un puchero muy grande, por favor, y se lo demostraré”. La mujer buscó la olla más grande y la colocó en mitad de la plaza. El extraño preparó el fuego y colocaron la olla con agua. Cuando el agua empezó a hervir ya estaba todo el vecindario en torno a aquel extraño que, tras dejar caer la piedra en el agua, probó una cucharada exclamando: “¡Deliciosa! Lo único que necesita son unas patatas”. Una mujer se ofreció de inmediato para traerlas de su casa. El hombre probó de nuevo la sopa, que ya sabía mucho mejor, pero echó en falta un poco de carne. Otra mujer voluntaria corrió a su casa a buscarla. Y con el mismo entusiasmo y curiosidad se repitió la escena al pedir unas verduras y sal. Por fin pidió: “¡Platos para todo el mundo!”. La gente fue a sus casas a buscarlos y hasta trajeron pan y frutas. Luego se sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, sintiéndose extrañamente felices de compartir, por primera vez, su comida. Y aquel hombre extraño desapareció dejándoles la milagrosa piedra, que podrían usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo.
¿Habéis entendido el mensaje? Aquella “piedra” provocó que aquella gente diera lo mejor de sí misma, lo que todos llevamos dentro. El poder del compartir transformó las excusas de la gente para no dar de comer a aquel hombre en participación, generosidad y solidaridad para que todos, en aquel pueblo, pudieran comer aquel día, gracias a que habían sido capaces de compartir, gracias a que habían actuado unidos, en comunión. "
(cf. EL PODER TRANSFORMADOR DEL COMPARTIR, Pedro Juan Díaz)
 



SUPLEMENT "CARITAS": http://www.arqbcn.org/node/4591