"...i que Déu havia obert les portes de la fe als qui no són jueus." (Ac 14, 21b-27)
"El Senyor és compassiu i benigne,
lent per al càstig, gran en l'amor.
El Senyor és bo per a tothom,
estima entranyablement
tot el que Ell ha creat." (Sl 144)
"...vaig veure un cel nou i una terra nova." (Ap 21, 1-5a)
"Tal com jo us he estimat, estimeu-vos també vosaltres." (Jn 13, 31-33a.34-35)
●¿Nuestro
amor al prójimo es realmente nuevo?
-si
amas menos a los demás que a ti mismo, tu amor es
antiguo. -solo
si amas a los demás como a ti mismo, es realmente
nuevo.
●¿Nuestro
amor tiene de verdad el estilo de Jesús?
-si
amas solo a los que te aman, tu amor es
demasiado estrecho; -si
amas solo para que te lo agradezcan, tu amor es
demasiado interesado; -si
amas solo para que te amen, tu amor empieza
a ser humano.
● si eres capaz de amar a los que
nadie quiere,
de amar a los
que no te lo pueden agradecer, de amar
aguantando y perdonando, de amar
entregándote sin límites, tu amor ya es
de Cristo, tu amor empieza
a tener el color de Dios.
●
Señor ayúdanos...
...a
que nuestro amor sea verdaderamente nuevo, ...a
que nuestro amor sea verdaderamente gratuito.
Señor
enséñanos amar...
...siguiendo
el camino que
has escrito en nuestro corazón. Enséñanos
a amar como Jesús, Camino, Verdad, y Vida.
POR TI, SEÑOR
Daremos razón de tu
nombre, aunque, el hablar de Ti, nos cause desasosiego o
incomprensión Ofreceremos, nuestras
manos abiertas, aún a riesgo de ser
tratados como ilusos de que, lo que damos o
hacemos, no sirve de nada ante un
mundo en el que sólo se valora
lo que se paga POR TI, SEÑOR Miraremos al cielo
buscando un rasgo de tu presencia Miraremos hacia el duro
asfalto para llevar tu Buena
Noticia la alegría de tu ser
resucitado tu Palabra, como aliento y
vida tu rostro que tonifique
nuestra triste existencia. POR TI, SEÑOR Amaremos, aun no siendo
amados Y, en medida rebosante y
sin cuenta, colmaremos y calmaremos los corazones que
necesitan paz las almas que se han
tornado en tibias los pies que se resisten a
caminar los ojos que se han
quedado en el vacío POR TI, SEÑOR Mantendremos, eternamente
nuevo, el mandamiento que Tú nos
dejaste: amar, sin mirar a quién amar, sin contar las horas amar, con corazón y desde
el corazón amar, buscando el bien del
contrario amar, buscándote en el
hermano POR TI, SEÑOR
""T'he fet llum de les nacions perquè portis la salvació fins als límits de la terra." "Els convertits de nou eren feliços, plens d'alegria i de l'Esperit Sant."
(Fets 13,14.43-52)
"Reconeixeu que el Senyor és Déu, que és el nostre creador i que som seus, som el seu poble i el ramat que Ell pastura. Que n'és de bó, el Senyor! Perdura eternament el seu amor, és fidel per segles i segles."
(Sl 99)
"L'Anyell serà el seu pastor, i els menarà vora les fons de l'aigua viva."
(Ap 7,9.14b-7)
"En aquell temps, digué Jesús: - Les meves ovelles escolten la meva veu. Jo les conec, i elles em segueixen. Jo els dono vida eterna: mai no es perdran, i ningú no me les arrencarà de les mans.
Allò que el Pare m'ha donat val més que tot, i ningú no podrà arrencar res de les mans del meu Pare.
El Pare i jo som u.
" (Jn 10, 27-30)
● ¡CUANDOMÁSTENECESITO,SEÑOR!
Te
asomas, despertándome de mis letargos y
me pones en guardia frente a tantas cosas que
debilitan y distorsionan mi amistad contigo.
● Cuandomástenecesito,Señor, erescayadoenelquemeapoyo para
sujetarme y no nunca caer, y para, si caigo, poder levantarme.
● Cuando,veoqueminombresepierdeelabismo, suena
tu voz clara y nítida: ¡AMIGO! Y,
compruebo una y otra vez, que eres Buen Pastor que
guarda mis pensamientos en el día y
hasta vela mis sueños entrada la noche.
● Sí;Jesús.Siempresurgesenelmomentooportuno. Conoces
mi vida como nadie y,
a pesar de estar tan llena de briznas, la
pones sobre tus hombros para, una y otra vez, redimirla
de sus pecados, de sus heridas y dolencias.
●Yesque,Tú,Señor, comoPastordiligente,oportunoypuntual te
haces el encontradizo cuando más te necesito
● Si,debilitadopormisesfuerzos,
pienso
en el abandono, en el tirar la toalla, me
elevas sobre tus hombros, me cubres con tus brazos, y
me rodeas con tus Palabras de liberación
● Si,paralizadopormiserrores,miroalfracaso
susurras
palabras de consuelo a mis oídos: ¡Yo
estaré contigo todos los días!
●Yesque,Tú,Señor,comoBuenPastor, que
conoces mis atajos y mis dudas te
presentas cuando más te necesito. Si,
confundido por mil ideas, temo desertar me
confirmas en la fe verdadera: ¡YO SOY! Si,
añorando poder y prestigio, dirijo
mis ojos hacia el escaparate del mundo me
llevas ante el tesoro de tu amor.
●Yesque,Tú,Señor,comoBuenPastor, no
quieres que –aun siendo débil oveja- me
pierda y me vaya lejos de tu rebaño.
● Yesque,Tú,Señor,comoBuenPastor, me
alimentas con el frescor de tu paz, con el sabor de tu misericordia, con
el alimento de tu bondad, porque me sientas a tu mesa, y
te haces mi alimento en cada eucaristia.
Llavors aquell deixeble que Jesús estimava diu a Pere:
-És el Senyor.
Així que Simó Pere va sentir que era el Senyor,
es posà el vestit que s'havia tret i es llançà a l'aigua.
"Obeir Déu és primer que obeir els homes!"
(Fets 5, 27b ss.)
"Canteu el Senyor, els qui l'estimeu, enaltiu la seva santedat. El seu rigor dura un instant; el seu favor, tot la vida.(...) Amb quin goig us exalço, Senyor!"
(Sl 29)
"L'Anyell que ha estat degollat és digne de rebre tot poder, riquesa, força, honor, saviesa, glòria i lloança."
(Ap 5,11)
"-Tireu les xarxes a la dreta i pescareu!" (...) - És el Senyor! (...) ...i Pere (...) es llençà a l'aigua!" (...) - Porteu els peixos que acabeu de pescar. (...)
(Jn 21, 1ss.)
● En este 3r domingo de Pascua,el
Evangelio nos cuenta
la 3a aparición de Jesús resucitado a
los discípulos. (según Jn)
Y nos sitúa EN EL MAR DE GALILEA,
concretamente EN EL LAGO DE TIBERIADES.
AQUÍ ES DONDE JESÚS, 3 años ANTES,
(según Lc)
LLAMÓ a PEDRO a ser pescador de
hombres.
y también a su hermano ANDRÉS, a
SANTIAGO y a JUAN
AQUÍ ES DONDE JESÚS, 3 años ANTES,
INVITÓ a PEDRO a SALIR a PESCAR
y a ECHAR las REDES MAR ADENTRO,
DESPUÉS de
TODA una NOCHE SIN HABER PESCADO
NADA.
AQUÍ ES DONDE, 3 años antes,
HABÍA SACADO TAL CANTIDAD de PECES,
QUE PEDRO ARREPENTIDO, por la
DESCONFIANZA
SE ECHÓ a los PIES de JESÚS.
AQUÍ ES… DONDE EMPEZÓ TODO.
●Y AQUI ERA, DONDE PARECÍA todo
TERMINAR.
PEDRO y LOS DISCÍPULOS HABÍAN VUELTO
A SU VIDA COTIDIANA de PESCADORES,
DECEPCIONADOS por el APARENTE FRACASO
de JESÚS.
VUELVEN A SALIR A PESCAR
Y DE NUEVO “aquella noche no
cogieron nada”.
Están DESESPERANZADOS, SIN RUMBO,
TODO LES SALE MAL, OTRA VEZ.
PERO JESÚS NO les DEJA
Y SE VUELVEN a APARECER ante ELLOS,
AUNQUE de ENTRADA NO le RECONOCEN.
● JESÚS les HACE una PREGUNTA
PARA que EXPRESEN su SITUACIÓN: “muchachos, ¿tenéis pescado?”.
EN la NEGATIVA de los DISCÍPULOS
con ese: "- ¡Nada!"
VA también SU SENSACIÓN de FRACASO.
PERO JESÚS VUELVE A DECIR
lo de AQUELLA MAÑANA, TRES AÑOS
ANTES:
“echad la red”.
Y de NUEVO SE PRODUCE EL MILAGRO.
ECHARON LA RED “y no tenían fuerzas
para sacarla,
por la multitud de peces”.
Y CUANDO JUAN LE QUIERE DECIR a PEDRO que “es el Señor”,
PEDRO YA SE HA ECHADO AL AGUA -¡¡¡ y no se
hundió!! -
para ir CORRIENDO AL ENCUENTRO del
MAESTRO.
HA RECONOCIDO sus PALABRAS,
las MISMAS QUE le CONVIRTIERON en
APÓSTOL.
● CUANDO TODOS LLEGAN a la ORILLA,
JESÚS les HA PREPARADO el ALMUERZO.
FALTA QUE ELLOS PONGAN se OFRENDA,
la OFRENDA de SU TRABAJO,
la OFRENDA de LO QUE HAN PESCADO
GRACIAS a JESÚS, QUE lo HA
MULTIPLICADO.
Y ENTONCES SE SIENTAN A COMER.
Y Jesús “toma el pan y se lo da, y
lo mismo el pescado”.
y SE HACE la EUCARISTÍA
y SE DA EL VERDADERO ENCUENTO con el
SEÑOR
Ya lo dijo en JESÚS en la ÚLTIMA
CENA:
“haced esto en memoria mía”.
AHORA TODO TIENE SENTIDO.
Ahora PODRÁN SER TESTIGOS de
RESURRECCIÓN.
● Y PEDRO Y JUAN SE PLANTARÁN EN EL
SANEDRÍN,
ANTE el SUMO SACERDOTE, máxima
autoridad religiosa,
QUE LES HA PROHIBIDO HABLAR de JESÚS,
y le dirán: “hay que obedecer a Dios
antes que a los hombres”.
NADA YA les PODRÁ PARAR
HECHARAN las REDES,
CON PLENA CONFIANZA, SE ECHARAN AL
AGUA...
...UNA Y OTRA VEZ... CRISTO HA
RESUCITADO
y EL ES SU FUERZA.
HASTA EL FINAL,
HASTA DAR LA VIDA por AMOR, como JESÚS.
● JESÚS VIVE, ESTÁ EN MEDIO de
NOSOTROS.
Le EXPERIMENTAMOS en la Eucaristía.
Y también en cada persona, en cada
hermano,
especialmente en los empobrecidos y en
los débiles,
y en cada situación de la vida
cotidiana.
Y TOCA nuestro corazón CAMBIANDO
nuestras vidas,
EN LA MEDIDA QUE LE DEJEMOS.
Y TENDREMOS FUERZA para ECHAR LAS
REDES,
Y TENDREMOS FUERZA para ECHARNOS la
AGUA
● HOY JESÚS TAMBIÉN como todos los
domingos.
NOS SIENTA A LA MESA
Y NOS PIDE “lo que hemos pescado”,
de NUESTRAS TAREAS de la SEMANA,
PARA QUE lo presentemos en esta mesa,
PARA QUE Él lo multiplique
PARA el bien de toda la humanidad.
JESÚS NOS INVITA A ESTA MESA
PARA QUE en todas las mesas haya pan
PARA QUE a nadie le falte de nada,
PARA QUE todos tengan lo necesario
para vivir.
Y, SOBRETODO, PARA QUE esté Él.
CRISTO HA RESUCITADO, RESUCITEMOS pues
NOSOTROS con Él
¡POR TU NOMBRE, SEÑOR!
Echaré las redes de mi vida,
para que otros tengan savia y en
abundancia
Esperaré a que el sol se imponga sobre
las tinieblas
y comprender que, no hay noche que dure
una eternidad
Miraré al fondo de los acontecimientos
y confiare en que, Tú y sólo Tú,
eres quien iluminas las sombras de la
existencia humana
¡POR TU NOMBRE, SEÑOR!
Me desgastaré, en cuerpo y alma,
para llevar almas y corazones a tu
encuentro
para que, el mundo, tan colapsado de
cosas
como vacío de sentido
recupere la alegría que nos ofrece tu
ser resucitado
¡POR TU NOMBRE, SEÑOR!
Mantendré firme mi amor y fe en Ti
para, luego, ser ardiente antorcha
que irradie luz y paz allá donde me
encuentre
Mantendré firme mi esperanza en Ti
para que, el hombre que busca y no
encuentra,
sepa que en Ti encontrará siempre una
respuesta
¡POR TU NOMBRE, SEÑOR!
Te amaré hasta el final y, amándote
como Tú mereces,
sembraré de fraternidad y de perdón
mis caminos
de alegría y de belleza los corazones
de los que te anhelan
"Enaltiu el Senyor: Que n'és de bo, perdura eternament el seu amor."
(Sl 117)
"Vaig estar mort però ara visc per sempre més!"
(Ap 1,9ss)
"Jesús entrà, es posà al mig i els digué: - Pau a vosaltres (...) ...alenà damunt d'ells.. (...) -Rebeu l'Esperit Sant (...) - Tomàs, porta el dit aquí i mira'm les mans, porta la mà i posa-me-la dins el costat! (...) - Senyor meu i Déu meu! (...) - Benaurats els qui creuran sense haver vist! (...)
(Jn 20, 19-31)
Pon
tus manos, Señor, sobre nosotros,
tus
manos traspasadas por los clavos.
Y
danos fuerza, Señor, danos coraje
y
espíritu de entrega y de servicio.
Líbranos
de miedos y de penas,
de
la comodidad, del conformismo
y
de la indiferencia.
Pon
tus manos, Señor, sobre las mías,
para
que se abran al amor
y
estén siempre dispuestas al servicio,
a
sumarse a otras manos, a todas,
para
que ponernos manos a la obra,
y
empezar a cambiar ya nuestro mundo.
Pon
tus manos, Señor, bendícenos
y
que también sepamos bendecir
y
dar la mano,
y
estrecharla a todos.
NO
TINGUEU POR....
Si
ets persona temptada per la por,
si
t'has acostumat a les rutines,
si
no tens clar allà on vas...
si
encara t'espanta la creu.... ¡No tinguis por!
Jesús
és viu, i camina al teu davant.
Si
els teus ulls es tanquen pel cansament,
si
estàs buscant i només trobes silencis,
si
no sents la veu de Déu i res es clar....
¡No
tinguis por!
Jesús
és viu, i camina al teu costat.
Si
notes que et falten les paraules,
si
et falten raons per viure a fons,
si
et sembla que no tens il·lusió....¡No tinguis por!
"Per què busqueu entre els morts aquell que viu? No és aquí. Ha ressuscitat!"
● ¡Amigos! ¡Hermanos!
¡CRISTO HA
RESUCITADO!
La muerte no ha podido con Él.
Dios no cierra la boca ante el
asesinato, la muerte, del Justo.
● Padre de las misericordias,
te damos gracias y cantamos tus
maravillas.
Celebramos la vida de Jesús: su
existencia entregada,
su sangre derramada: Él es el
sacramento del Amor.
● ¡Cristo ha resucitado! Y nos abre
las puertas del Reino.
Y no convoca a la mesa del Amor para
que hoy y siempre
seamos siervos de los empobrecidos,
profetas de esperanza, y mensajeros de
paz.
● ¡Cristo ha resucitado!
Abrámosle nuestro ser para que, con
Él, estemos atentos
a quines sufren y lloran, a quienes se
sientan solos,
a quienes se sientan hundidos, y no ven
futuro.
● ¡Cristo ha resucitado!
Y nos invita a volver a Galilea. ¡Allí
lo encontraremos!
Tendiendo las manos a las víctimas
de unas sociedades injustas,
desiguales, fratricidas,
y aportando a nuestro este mundo,
un mensaje real de paz, justicia, y
reconciliación.
● ¡Cristo ha resucitado! ¡Otro
mundo es posible!
¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya!
VIGILIA PASCUAL
HOMILÍA DEL
SANTO PADRE FRANCISCO
Basílica Vaticana, Sábado Santo 30
de marzo de 2013
Queridos hermanos y hermanas
1. En el Evangelio de esta noche
luminosa de la Vigilia Pascual, encontramos primero a las mujeres que
van al sepulcro de Jesús, con aromas para ungir su cuerpo (cf. Lc
24,1-3). Van para hacer un gesto de compasión, de afecto, de amor;
un gesto tradicional hacia un ser querido difunto, como hacemos
también nosotros. Habían seguido a Jesús. Lo habían escuchado, se
habían sentido comprendidas en su dignidad, y lo habían acompañado
hasta el final, en el Calvario y en el momento en que fue bajado de
la cruz. Podemos imaginar sus sentimientos cuando van a la tumba: una
cierta tristeza, la pena porque Jesús les había dejado, había
muerto, su historia había terminado. Ahora se volvía a la vida de
antes. Pero en las mujeres permanecía el amor, y es el amor a Jesús
lo que les impulsa a ir al sepulcro. Pero, a este punto, sucede algo
totalmente inesperado, una vez más, que perturba sus corazones,
trastorna sus programas y alterará su vida: ven corrida la piedra
del sepulcro, se acercan, y no encuentran el cuerpo del Señor. Esto
las deja perplejas, dudosas, llenas de preguntas: «¿Qué es lo que
ocurre?», «¿qué sentido tiene todo esto?» (cf. Lc 24,4). ¿Acaso
no nos pasa así también a nosotros cuando ocurre algo
verdaderamente nuevo respecto a lo de todos los días? Nos quedamos
parados, no lo entendemos, no sabemos cómo afrontarlo. A menudo, la
novedad nos da miedo, también la novedad que Dios nos trae, la
novedad que Dios nos pide. Somos como los apóstoles del Evangelio:
muchas veces preferimos mantener nuestras seguridades, pararnos ante
una tumba, pensando en el difunto, que en definitiva sólo vive en el
recuerdo de la historia, como los grandes personajes del pasado.
Tenemos miedo de las sorpresas de Dios. Queridos hermanos y hermanas,
en nuestra vida, tenemos miedo de las sorpresas de Dios. Él nos
sorprende siempre. Dios es así.
Hermanos y hermanas, no nos cerremos a
la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas. ¿Estamos acaso
con frecuencia cansados, decepcionados, tristes; sentimos el peso de
nuestros pecados, pensamos no lo podemos conseguir? No nos encerremos
en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos:
no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no
pueda perdonar si nos abrimos a él.
2. Pero volvamos al Evangelio, a las
mujeres, y demos un paso hacia adelante. Encuentran la tumba vacía,
el cuerpo de Jesús no está allí, algo nuevo ha sucedido, pero todo
esto todavía no queda nada claro: suscita interrogantes, causa
perplejidad, pero sin ofrecer una respuesta. Y he aquí dos hombres
con vestidos resplandecientes, que dicen: «¿Por qué buscáis entre
los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado» (Lc 24,5-6).
Lo que era un simple gesto, algo hecho ciertamente por amor – el ir
al sepulcro –, ahora se transforma en acontecimiento, en un evento
que cambia verdaderamente la vida. Ya nada es como antes, no sólo en
la vida de aquellas mujeres, sino también en nuestra vida y en
nuestra historia de la humanidad. Jesús no está muerto, ha
resucitado, es el Viviente. No es simplemente que haya vuelto a
vivir, sino que es la vida misma, porque es el Hijo de Dios, que es
el que vive (cf. Nm 14,21-28; Dt 5,26, Jos 3,10). Jesús ya no es del
pasado, sino que vive en el presente y está proyectado hacia el
futuro, Jesús es el «hoy» eterno de Dios. Así, la novedad de Dios
se presenta ante los ojos de las mujeres, de los discípulos, de
todos nosotros: la victoria sobre el pecado, sobre el mal, sobre la
muerte, sobre todo lo que oprime la vida, y le da un rostro menos
humano. Y este es un mensaje para mí, para ti, querida hermana y
querido hermano. Cuántas veces tenemos necesidad de que el Amor nos
diga: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? Los
problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana tienden a que nos
encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura..., y
es ahí donde está la muerte. No busquemos ahí a Aquel que vive.
Acepta entonces que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como
amigo, con confianza: ¡Él es la vida! Si hasta ahora has estado
lejos de él, da un pequeño paso: te acogerá con los brazos
abiertos. Si eres indiferente, acepta arriesgar: no quedarás
decepcionado. Si te parece difícil seguirlo, no tengas miedo, confía
en él, ten la seguridad de que él está cerca de ti, está contigo,
y te dará la paz que buscas y la fuerza para vivir como él quiere.
3. Hay un último y simple elemento que
quisiera subrayar en el Evangelio de esta luminosa Vigilia Pascual.
Las mujeres se encuentran con la novedad de Dios: Jesús ha
resucitado, es el Viviente. Pero ante la tumba vacía y los dos
hombres con vestidos resplandecientes, su primera reacción es de
temor: estaban «con las caras mirando al suelo» – observa san
Lucas –, no tenían ni siquiera valor para mirar. Pero al escuchar
el anuncio de la Resurrección, la reciben con fe. Y los dos hombres
con vestidos resplandecientes introducen un verbo fundamental:
Recordad. «Recordad cómo os habló estando todavía en Galilea... Y
recordaron sus palabras» (Lc 24,6.8). Esto es la invitación a hacer
memoria del encuentro con Jesús, de sus palabras, sus gestos, su
vida; este recordar con amor la experiencia con el Maestro, es lo que
hace que las mujeres superen todo temor y que lleven la proclamación
de la Resurrección a los Apóstoles y a todos los otros (cf. Lc
24,9). Hacer memoria de lo que Dios ha hecho por mí, por nosotros,
hacer memoria del camino recorrido; y esto abre el corazón de par en
par a la esperanza para el futuro. Aprendamos a hacer memoria de lo
que Dios ha hecho en nuestras vidas.
En esta Noche de luz, invocando la
intercesión de la Virgen María, que guardaba todos estas cosas en
su corazón (cf. Lc 2,19.51), pidamos al Señor que nos haga
partícipes de su resurrección: nos abra a su novedad que trasforma,
a las sorpresas de Dios, tan bellas; que nos haga hombres y mujeres
capaces de hacer memoria de lo que él hace en nuestra historia
personal y la del mundo; que nos haga capaces de sentirlo como el
Viviente, vivo y actuando en medio de nosotros; que nos enseñe cada
día, queridos hermanos y hermanas, a no buscar entre los muertos a
Aquel que vive. Amén.